Desde el deseo como motor en Exzenya, pasando por el dolor convertido en fuego de Jimmy Swagg, hasta el desencanto íntimo de Mckey o la calma que propone Snow Shack, todos hablan desde un lugar que se siente cercano.
Exzenya – “Regulator of My Dopamine”
Exzenya sigue ampliando su universo con canciones que no solo suenan bien, sino que invitan a pensar y sentir con intensidad. “Regulator of My Dopamine” es una mezcla bien lograda de R&B y pop elegante, con una producción envolvente y una letra que convierte el deseo en algo casi químico. La comparación con la dopamina es una forma de hablar del amor como un estímulo inevitable que te cambia el ritmo interno.
La canción vibra entre lo sensual y lo emocional, con una voz que fluye. Tiene algo de Sade, un poco de H.E.R., pero su estilo es muy propio. Quienes ya la escucharon en “Intermittent Love” van a encontrar acá otra capa de su sensibilidad, pero más directa y magnética. Se nota que hay una historia detrás y eso le da fuerza.
Jimmy Swagg – “IDK”
Es una canción hecha con las entrañas, para los que alguna vez se sintieron perdidos, rotos o sin respuestas. Jimmy Swagg arma este tema desde un lugar real la pérdida, la rabia, el desconcierto. Con un sonido rockero, crudo y muy visceral, construye una especie de catarsis sonora donde cada acorde pesa.
No es un tema fácil, y eso lo hace necesario. Swagg busca vaciarse, y lo consigue donde su historia personal atraviesa cada línea, la ruptura, el duelo, la reconstrucción. Lo interesante es que, a pesar de toda la oscuridad, hay algo profundamente vivo en su forma de cantar. Un llamado a no rendirse aunque no tengas claro quién sos.
Mckey – “Most of the Blame”
Mckey se mueve en ese terreno sutil donde las emociones no gritan, pero calan hondo. “Most of the Blame” es una canción que habla del amor que no alcanza, de ese vínculo que se desgasta sin un motivo claro.
Su voz tiene algo íntimo, cálido, como si estuviera compartiendo un secreto. Hay detalles de folk, algo de bossa y una melancolía que nunca se vuelve pesada. Ideal para quienes buscan canciones que acompañen esos momentos de honestidad en soledad, donde se entiende que a veces amar también es aceptar que no es suficiente.
Snow Shack – “Weekend”
Snow Shack propone una experiencia simple y honesta, desconectar, bajar un cambio y quedarse en ese estado donde el tiempo parece aflojarse. “Weekend” es exactamente eso. Lo-fi, indie pop suave y melodías cálidas que fluyen como si fueran parte del paisaje.
El trío oriundo de Wyoming no busca sorprender con grandes giros, sino transmitir una sensación concreta ese alivio que aparece cuando se termina la semana y el cuerpo puede descansar. La canción no intenta decir demasiado pero logra que uno se quede. Funciona como un paréntesis en medio del ruido, y eso vale mucho.