Desde el vibrante beat africano hasta la nostalgia del rock clásico, pasando por la energía callejera del hip-hop y la inspiración de un himno en vivo, estos cuatro artistas nos presentan sus más recientes trabajos llenos de autenticidad, historias personales y mucha pasión.
Sa-young – “Ileke”
Con base en Vancouver pero con alma nigeriana, Sa-young lanza un sencillo que vibra con fuerza tanto en lo sonoro como en lo visual. “Ileke” es una mezcla orgánica de ritmo y esencia africana, grabada con instrumentos reales en Abuja.
El video, que ya se mueve en canales como MTV Base y Trace, refleja una dedicación minuciosa a cada detalle artístico. Lo que destaca no solo es el sonido contagioso, sino también su mensaje: encontrar el equilibrio entre el trabajo y la vida. Un track que fluye con naturalidad y deja en claro que Sa-young tiene algo genuino para ofrecer.
Cameron Jay – “Jimmy Kimmel”
Desde Nueva York, Cameron Jay trae consigo un flow seguro y contundente. En “Jimmy Kimmel”, se presenta como el protagonista de su propio show nocturno: un símbolo del éxito, la confianza y el placer de disfrutar los frutos del esfuerzo.
Con una producción enérgica y una lírica que celebra el hustle diario, el tema se destaca dentro de su nuevo proyecto "USB Dump Vol. 1", lanzado el 4 de abril. Cameron no pretende seguir modas; las crea, dejando claro que su visión es tan sólida como su sonido.
Ultan – “Bit by Bit”
El debut de Ultan, artista irlandés que hasta ahora nunca había lanzado material propio, es una bocanada de honestidad. “Bit by Bit” es un tema que habla de la rutina, del paso lento pero constante hacia algo más grande.
Inspirado por leyendas del rock clásico como Thin Lizzy o Whitesnake, Ultan logra actualizar ese espíritu con una producción sencilla pero efectiva, grabada en los Pirate Studios de Dublín. Su voz transmite sinceridad, y su mensaje, aunque simple, cala hondo. Un comienzo prometedor para un artista que apuesta por la constancia antes que la perfección.
Jesse Kinch – “Escape The Shade”
Con “Escape The Shade”, Jesse Kinch entrega una canción vibrante grabada en vivo durante un show en California, que luego fue pulida en su estudio personal. El resultado es una pieza cargada de libertad, con aires épicos que recuerdan a los grandes himnos del rock.
La letra invita a salir de la oscuridad, a dejar atrás los miedos y apostar por una vida más auténtica. Jesse no solo canta con fuerza: transmite una misión. Y con planes de regresar a Europa, este single puede ser solo el inicio de algo más grande.