Hoy traigo cuatro lanzamientos distintos entre sí: desde grooves difíciles de encasillar hasta canciones íntimas y confesionales. Si buscás cosas para escuchar en distintas moods —baile, calma, confesión y cierre de EP— encontrás de todo.
Tony Frissore – “Stand for Freedom”
Tony suena a músico que no quiso ponerse límite, funk, electrónica, jam y un pulso global que atraviesa el tema. “Stand for Freedom” tiene partes para mover el cuerpo y momentos donde se nota el oficio del productor; no es fácil ponerle una etiqueta y eso lo vuelve interesante. Viene con mucha experiencia encima estando en Boston, Nueva Orleans, Europa.
El track funciona tanto en la pista como en una escucha a la que le prestas atencion, con sus grooves que empujan, arreglos que no sobran, y una sensación general de libertad. Si lo que buscás es algo que mezcle baile con una identidad más orgánica, acá tenés un tema para cambiar de ritmo.
ISLE – “Jaded”
ISLE vuelve con una canción lenta y densa en emoción: synth-pop con toques trip-hop, voz etérea y una historia dura sobre la depresión dentro de una relación. La melodía te abraza mientras la letra te va golpeando por dentro; la producción crea un espacio donde la tristeza y la belleza conviven sin adornos innecesarios.
Suena como banda que piensa el concierto como experiencia completa —luz, sonido, gesto— y eso se nota en el detalle de la canción. “Jaded” busca poner en escena un momento real y lo deja respirar; buena opción para quienes escuchan música que calma y a la vez inquieta.
Exzenya – “Till I’m Drunk & Confused”
Esta canción es el ejemplo perfecto de “sonido amigable + letra honesta”: ukulele, guitarra y un ritmo que invita a cantarlo aunque la historia sea de autodestrucción y negación. Exzenya elige un tono luminoso para contar algo oscuro, la canción entra fácil y se queda pegada, mientras la letra te va revelando la verdad.
Tiene gancho, calidez y una voz que suena real (sin auto-tune ni trampa).
Chris Pannella – “Margo”
“Margo” cierra un EP que habla de estaciones y de historias que se transforman: el tema suena íntimo y casero, todavía en demo, pero con una idea clara detrás. Chris grabó todo él mismo y eso le da una cercanía especial que se siente como escuchar a alguien terminar un cuaderno de canciones frente a vos.
La pista tiene ese encanto de lo imperfecto que comunica sinceridad con una melodía contenida, letra que pide atención y una producción mínima que deja espacio para la voz y el feeling.