Desde las entrañas rurales de Victoria hasta la vida urbana de Newcastle, Farrelly irrumpe con su primer disco homónimo. La historia detrás del proyecto, marcada por la pandemia y por el silencio que la música vino a romper, es tan importante como cada canción. Farrelly no es nuevo en la escena: lleva más de tres décadas escribiendo, pero este trabajo concentra sus vivencias, ideas políticas y heridas emocionales en un puñado de temas que no buscan complacer, sino decir lo que otros callan.
Musicalmente, el disco se mueve entre distintos géneros sin perder cohesión: hay folk, rock alternativo, soul y algo de góspel furioso. “Somewhere in Uvalde” es uno de los momentos más duros del álbum. Inspirada por la masacre escolar en Texas, la canción se apoya en una base de piano y coros que acarician, pero también cargan con un peso muy difícil de sostener.
Por otro lado, “Heroes of the Day” cambia el ritmo y pone el sarcasmo al frente, señalando la hipocresía con un tono alegre que se choca contra su propia ironía. En “Feeding Time” con su distorsion y una rabia que se dice en voz baja, como si el enojo hablara desde dentro. La que cierra el álbum, “Indignation”, explota con cuerdas, metales y un espíritu de justicia. Es una despedida encendida, sin temor al exceso.
Este disco no solo canta: protesta, pregunta y recuerda. Hay momentos ásperos, incluso incómodos, que hacen que todo se sienta más real. Y eso es lo que hace valioso este debut: no quiere sonar perfecto, sino humano.
En tiempos donde muchas canciones suenan vacías, Farrelly trae una propuesta que arde con cada palabra.
Visita las cuentas oficiales: Website, Facebook, Spotify y YouTube.