Hadriaan - "Shine"
Desde París y con un enfoque más cercano a la introspección, Hadriaan debuta con "Shine", un disco que se siente más como un trayecto emocional que como una colección de canciones.
Se nota que el está buscando hablar de lo que le pasa y lo hace con una honestidad que, si bien no es ruidosa, golpea por lo silenciosa y directa.
El álbum abre con “Shine”, que más que una canción parece un ritual. Suena a esa decisión interna de no quedarse en el fondo, aunque cueste. Tiene un ritmo pausado, casi ceremonial, y las voces suenan firmes. “Running After Time” cambia el tono, con un tempo más vivo y una melodía que te empuja hacia adelante. Parece hecha para los que ya están cansados de perder el tiempo pero igual siguen corriendo.
En “Piece of My Soul” hay algo más íntimo, con una producción más limpia, que da espacio a lo frágil. No pretende emocionar simplemente lo hace. “Our Love Died” es quizás el momento más crudo. No hay reproches, solo aceptación, y esa aceptación duele más que cualquier grito.
El disco no se cae nunca, y eso sorprende. “Powerless”, “Out of Touch” o “Finally Home” siguen explorando distintas capas del mismo viaje: desarraigo, deseo de volver a uno mismo, pequeñas batallas diarias.
Lo interesante es que aunque el universo sonoro sea delicado y etéreo, lo que se cuenta es muy real. Se nota que lo que está diciendo le importa y no hay máscaras, ni fórmulas.