John Kolar – "Color Blind"

Desde las colinas de Morgantown, West Virginia, John Kolar presenta "Color Blind" su álbum debut de diez canciones, construido con una idea tan simple como constante de lanzar un tema por mes y dejar que el conjunto cobre sentido recién al final. El resultado es un disco que no corre detrás de un solo género, sino que se mueve con naturalidad entre el rock, el pop, el country y el jazz, siempre priorizando la canción por sobre la etiqueta.

El álbum se siente cercano y cotidiano. Hay algo muy humano en estas composiciones, como si Kolar escribiera desde escenas pequeñas, casi domésticas, pero con una mirada atenta al detalle. Los arreglos son prolijos sin volverse fríos, y las melodías aparecen con facilidad, sosteniéndose en armonías suaves y decisiones bien pensadas. Se nota su formación y su trabajo como docente en audio, pero nunca pesa más la técnica que la emoción.

Temas como “Color Blind” e “I Don’t Care” funcionan como una buena carta de presentación, con un tono relajado y honesto. “Watching Reruns” y “Tuesday” refuerzan esa sensación de rutina observada con cariño, mientras que canciones como “Fake ID” o “Rewards Card” aportan un costado más lúdico, incluso irónico, sin romper el clima general del disco. Hacia el final, “Skipping Stones” y “Tie My Shoes” bajan un cambio y dejan espacio para un cierre más reflexivo.

El concepto visual del álbum acompaña bien la música, un collage creado por el, fragmentado en cada single y revelado completo en el disco final. Esa idea dialoga con el espíritu del álbum, donde cada canción funciona por sí sola, pero gana otra dimensión cuando se la escucha como parte de un todo.

Su fuerza está en la coherencia, en el cuidado por las formas y en una sensibilidad que se va construyendo poco a poco. Es un debut sólido, sincero y accesible, que deja la sensación de estar escuchando a un artista que sabe exactamente desde dónde está hablando.

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