El cantautor británico Nick Byrne junto a Tom Symmonds estrenan “Solstice Sun”, un sencillo que apuesta por el viaje íntimo. La canción, lanzada justo en la víspera del solsticio de verano (20 de junio). Es una colaboración nacida durante la cuarentena, y cuenta con producción de Jake Robbins, además de participaciones de sus compañeros de banda y Sophia (Tugboat Captain) en cuerdas.
Desde el primer segundo, se percibe una intención clara, el paso del tiempo no solo como metáfora también como estructura. Un bajo sintetizado y percusiones que abren la escena con un tinte pop melancólico, como si evocaran los últimos rayos de un verano que se despide.
Poco a poco, guitarras acústicas y capas de teclado van reemplazando el ritmo inicial, en una transición casi imperceptible hacia una atmósfera más otoñal, casi suspendida.
La voz de Nick entra suave, sin apuro, como si buscara no interrumpir el ambiente. Hay pausas bien ubicadas, líneas que no buscan brillar sino sostener. El charango aparece en el estribillo con una melodía que recuerda al arpa y suma un color inesperado, ligado a sus raíces chilenas.
Esa mezcla entre folk digital y elementos orgánicos le da un carácter particular: ni minimalista ni barroco, sino más bien introspectivo.
Hacia el final, el tema crece. Las voces se duplican, los arreglos se densifican, y las cuerdas de Sophia irrumpen con sutileza hasta formar un cierre emotivo. No hay explosión, pero sí un clímax emocional bien dosificado.
Lo que más rescato es cómo logra que lo estacional y lo emocional se mezclen sin artificio. No es solo una canción sobre la naturaleza, sino sobre cómo cambiamos con ella.
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