OHNomad - "The Awakening"

Escuchar "The Awakening" es como abrir una puerta hacia un lugar donde el tiempo se mueve más lento. Son piezas que no buscan llamar la atención desde lo técnico, sino desde una idea de mostrar el camino de un alma que despierta, que atraviesa capas, recuerdos y sensaciones hasta llegar a una claridad nueva.

El disco se mueve con una calma que invita a respirar distinto. Hay silencios que pesan, notas que se estiran como si dudaran y otras que caen con decisión. OHNomad trabaja mucho con la repetición suave, con pequeñas variaciones que van cambiando la luz de cada escena. Esa mezcla entre minimalismo y colores orientales genera un clima íntimo, casi ritual.

En “Beyond the Cycle”, la música se siente como un círculo que se abre y se cierra. Tiene algo terrenal y al mismo tiempo liviano, como si contara un proceso que nunca termina nacer, transformarse, volver a empezar. Las melodías parecen avanzar con paciencia, dejando que cada idea respire. Es una pieza que pide estar presente.

“River Lethe” cambia la energía. El juego entre armonías de tono entero y melodías pentatónicas crea esa sensación de recordar algo que ya no está del todo claro. Es un ir y venir entre nostalgia y olvido, como caminar al borde de un sueño. Chi-Jo Lee lo interpreta con una sensibilidad muy fina, dando espacio a cada emoción sin exagerar.

“The Awakening II” abre otra puerta dentro del mismo viaje. Es más directa, con una línea que avanza mientras va revelando pequeñas luces. Se siente como el momento previo a entender algo importante, cuando todavía hay sombras pero la visión empieza a ordenarse.

En todo el conjunto hay una intención de hacer que uno entre en un espacio suyo, personal. Más que describir un despertar, el disco te deja vivir el tuyo.

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