Después del impacto emocional que deja la canción por sí sola, Rosetta West decidió llevar su nuevo sencillo “Circle of Doubt” a otro nivel con un videoclip que suma al mensaje. Este video busca conectar desde lo más simple: el recuerdo, el tiempo, la soledad. Lejos de cualquier artificio, propone una mirada íntima que se alinea con lo que la canción transmite desde lo sonoro.
El video retrata a un hombre en su hogar, inmerso en una especie de ritual melancólico. Entre viejas fotografías, instrumentos y una atmósfera apagada, se percibe un fuerte sentimiento de reflexion. No hace falta explicar demasiado: el personaje parece revivir momentos clave de una vida marcada por la música, pero también por el desgaste.
Su andar lento, sus expresiones contenidas, todo sugiere que está atrapado entre el deseo de seguir adelante y el peso de lo que ya no vuelve.
La sensación de encierro, de ciclo sin salida, se acentúa con los espacios cerrados, la luz tenue, y esa forma en que el protagonista se mueve como si estuviera buscando algo que ya no está.
Sin embargo, y esto es lo más valioso, hay una chispa que no se apaga. Tal como la canción sugiere entre líneas, en medio del cansancio persiste una pequeña llama, la de quien aún tiene algo por decir, aunque sea en silencio.
El video no lo grita, lo insinúa. Y esa sutileza es lo que hace que esta entrega de Rosetta West se sienta tan cercana.