
Shyfrin Alliance vuelve con "In the Shadow of Time", un álbum que confirma la identidad del proyecto creado por Eduard Shyfrin. Si en su debut Upside Down Blues ya había demostrado una visión distinta dentro del blues-rock moderno, acá lleva todo un paso más allá, se anima a convertir al tiempo en un personaje, un concepto y un misterio que atraviesa las siete canciones del disco.
El sonido del álbum está marcado por un blues-rock intenso, bien trabajado y lleno de matices. Las grabaciones en los estudios Barillet, Ferber y Grand Armee en París se sienten con las guitarras limpias y potentes, un Hammond que aporta profundidad, pianos que suman dramatismo y una base rítmica sólida, siempre en movimiento. Hay momentos donde la banda te empuja hacia un “agujero negro” sonoro, casi como si el tiempo se dilatara, y otros donde todo se acomoda en un vaivén constante, como un péndulo que nunca deja de oscilar.
Eduard plantea la idea fuerte de explorar el tiempo desde distintos ángulos. Lo hace mezclando filosofía, ciencia, misticismo y su estudio de la Cábala, algo que ya es parte de su sello. Su voz grave encaja perfecto con ese ambiente oscuro, reflexivo y a veces inquietante. En “Buddha Blues”, con el mensaje, el tiempo como sanador. La canción es un blues-rock pegadizo, directo, con un coro gospel que se te queda en la cabeza.

En cambio, la canción que da nombre al disco se mete en terrenos más densos. Imagina al tiempo como una presencia indefinida, casi una sombra que nos empuja sin que podamos entenderla. La canción va construyendo esa idea con baterías que avanzan como pasos pesados y un bajo que suena amenazante, encajando con sus referencias a la pintura abstracta y al misterio detrás de toda existencia.
El disco crece sobre la mezcla entre música y pensamiento. No busca respuestas definitivas, sino abrir preguntas. Su formación científica y su interés por la Cábala aparecen en cada letra, y eso diferencia al proyecto de cualquier otro dentro del blues-rock actual.
Shyfrin Alliance logra un trabajo ambicioso, sólido y muy personal. Es un disco que te invita a escucharlo con calma, dejarte llevar y pensar un poco en todo eso que nunca terminamos de entender. Un álbum para sumergirse y descubrir de a poco, como si el tiempo mismo te fuera guiando.
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